TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)

El trastorno del espectro autista (TEA) es un desorden en el desarrollo, en el cual, implica una combinación de excesos y déficits presentes en la vida del niño que afectan el funcionamiento personal, social, académico u ocupacional.

El trastorno del espectro autista (TEA) engloba:

  • El autismo
  • El síndrome de Asperger
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGDnE)

El TEA se trata de un trastorno neurobiológico debido a la manifestación de un conjunto de datos clínicos (neuroanatómicos, bioquímicos, neurofisiológicos, genéticos e inmunológicos) por factores intrínsecos (genética del individuo) y extrínsecos (factores ambientales que pueden modificar la genética del individuo propenso a una vulnerabilidad).

En los últimos años han incrementado la detección de este trastorno en el neurodesarrollo siendo en el 2012 identificado 1 de cada 68 niños, teniendo mayor prevalencia en varones.

Se manifiesta en los tres primeros años de vida y pueden apreciarse las características antes de los 12 meses cuando éstas son severas, debido a que no presenta los hitos esperados del desarrollo en el área de socialización y lenguaje; y después de los 24 meses cuando las características son más sutiles.

Características principales:

  1. Déficit en la interacción social
  2. Deterioro en la comunicación verbal y no verbal
  3. Patrones restrictivos de conducta

Signos de alarma:

  • No responde a su nombre a los 12 meses
  • No señala para mostrar algo de interés
  • No juega a “pretender” a los 18 meses
  • Evita contacto visual y quiere estar solo
  • Tiene problemas para entender los sentimientos de otras personas o considerar sus sentimientos
  • Retraso de lenguaje
  • Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
  • Da respuestas no relacionadas con las preguntas que se le hacen
  • Se enoja por cambios menores
  • Tiene intereses obsesivos
  • Presenta movimientos inusuales y repetitivos (por ejemplo: aletea, mecerse o girar, etc)
  • Tiene reacciones inusuales ante sonidos, olores, contacto físico o visuales

Otras características:

  • Hiperactividad (muy activo)
  • Impulsividad (actúa sin pensar, no mide riesgos)
  • Períodos cortos de atención
  • Agresión
  • Se auto agrede
  • Presenta berrinches en situaciones y circunstancias inexplicables
  • Hábitos inusuales para comer o dormir
  • Reacciones inusuales a como suenan, huelen, se ven, saben o se sienten las cosas

Características presentes el área social, comunicación y adaptativa:

Respecto a lo social

  • No responde cuando se le habla
  • Solamente interactúa para obtener lo que desea
  • Tiene expresiones faciales planas o inapropiadas
  • Prefiere jugar solo
  • No entiende el significado de espacio personal y sus límites
  • Evita o se resiste al contacto físico
  • Presenta dificultades para comprender las emociones y sentimientos

Comunicación

  • Retraso en las habilidades de habla y lenguaje
  • Repite palabras o frases una y otra vez
  • Invierte los pronombres (Por ejemplo: dice tú en vez de yo)
  • Da respuestas no relacionadas con las preguntas
  • No señala ni responde a lo que otros señalan
  • Usa poco o ningún gesto (Por ejemplo: no dice adiós con su mano)
  • Habla con voz plana, robotizada o cantada
  • No juega a pretender
  • No entiende bromas, sarcasmo, etc.

Intereses y conductas inusuales

  • Alinea juguetes u objetos
  • Juega con juguetes de la misma forma siempre
  • Se enfoca en partes de los objetos u juguetes (por ejemplo: las ruedas del carro, lo brillante, etc)
  • Es muy organizado
  • Se altera ante cambios
  • Muestra intereses obsesivos
  • Requiere seguir ciertas rutinas en los ambientes que se desenvuelve
  • Realiza movimientos repetitivos e inusuales

Para poder identificar dichas características o signos de alarma, es necesario conocer los parámetros del desarrollo o desarrollo neurotípico que nos permite conocer las pautas para distinguir entre un proceso normal – madurativo y lo que es considerado un retraso un proceso anormal, por lo cual, es importante acudir con las personas especializadas en las áreas del desarrollo infantil.

Realizar un diagnóstico conlleva un proceso arduo e intenso a través de una evaluación minuciosa y por un equipo multidisciplinario y con el propósito de explicar el desarrollo y el nivel conductual que permita trazar un plan de intervención en base a las necesidades del niño.

Equipo Multidisciplinario
Paidopsiquiatra
Neuropediatra
Terapeuta Ocupacional
Terapeuta de Lenguaje
Neuropsicólogo
Psicólogo Familiar